sábado, abril 21, 2007

EL MAR, TERRITORIO SOÑADO

El mar para los Wayúu es tan tangible como la tierra. Es un territorio propicio para aprovechar sus recursos y el sustrato donde en sus sueños se encuentran con Püloui, la dueña de ese espacio. Una relación que está siendo afectada por los barcos pesqueros que atropellan su modo de vida.

Joaquín González Chaux*
Paula Grisales **

El mar muchas veces es visto como un espacio sin límites, difuso, sin referentes claros como los de la tierra firme, y que no es susceptible de apropiarse como algo permanente. Sin embargo, comunidades como la Wayúu, que ha tenido un manejo histórico sobre el mar, han construido todo un complejo simbólico que le ha permitido apropiarse de dicho espacio, territorializándolo.

Pese a esto, dicha territorialización no ha sido contemplada dentro de las políticas institucionales gubernamentales. Lo que tiene graves repercusiones para este pueblo, pues al no ser reconocido como una entidad territorial de reserva indígena los, pescadores Wayúu son atropellados frecuentemente por barcos pesqueros, que arrasan con sus trampas y redes en detrimento de su modo de vida y de la fauna marina.

Para entender por qué en este caso el mar debe considerarse, al igual que la tierra, territorio Wayúu y una zona de resguardo, hay que comprender cómo es la relación de este pueblo con el mar, con los sueños, con los seres míticos Juya y Püloui y las transformaciones ocasionadas por la introducción de ganado en los siglos XVI y XVII.

Encuentros con Pülou y Juya

Al finalizar la tarde, los pescadores se hacen a la alta mar e inician sus faenas en pequeñas lanchas y cayucos (embarcaciones de madera). Ellos dicen que en la noche es más fácil que los peces queden atrapados en las redes o chinchorros, porque éstos no las ven. Después de lanzarlas, los Wayúu duermen en sus barcas hasta la madrugada, cuando levantan las redes con lo que el mar les ha dado.

En las varias horas de sueño que pasan en el mar pueden relacionarse con Püloui, reconocida como la dueña de los animales silvestres. Los sueños les permiten tener acceso a otras dimensiones de la realidad, no experimentables en la vigilia. Se conocen los hechos que ocurrirán en el futuro y se comunican con los muertos, completando la percepción del mundo; por esta razón, los sueños tienen un papel social importante.

En ellos también interactúan con los seres míticos, los pescadores lo hacen especialmente con Püloui. Este ser múltiple habita diferentes sitios de la península y es la esposa de Juya, quien personifica la lluvia; él es único y móvil. Ambos representan la forma de organización matrimonial Wayúu basada en la poligamia.

Habíamos echado la chinchorra por Tütüitpana (donde vive una Püloui) y nos habíamos acostado a dormir en la lancha, cuando por la sueño aparece una mujer blanca de pelo largo. Era la Püloui, yo vi que ella tenía muchos animales, cabras, ovejos, vacas, cochinas y muchos cultivos, era como una finca, pero era Tütüitpana, ahí en el mar. Püloui me decía que por qué mataba su ganado, que esta vez me la perdonaba pero que la próxima vez no"; relato del sueño de Remigio Martínez, pescador del clan Waliriyu.

La narración muestra cómo a los ojos del soñador el mar es una pradera llena de animales, de ganado: las vacas son las tortugas y los peces son las cabras y las ovejas. De esta manera se vuelca sobre el mar el conjunto de relaciones culturales y sociales que constituyen el ser de la sociedad Wayúu.

Para entender en un sentido amplio cómo los Wayúu piensan y apropian el territorio, hay que conocer los dominios de Juya y Püloui. Ellos condensan y expresan el conjunto de las relaciones que ha establecido esta sociedad con el espacio en su totalidad: cielo, tierra y mar. Juya reside en las alturas, mientras Püloui, en su dimensión múltiple, lo hace en las profundidades tanto terrestres como marinas. Así, ella es la representación extendida de Mma, la tierra, y el principio que establece la continuidad entre ambos espacios, tierra y mar.

En la existencia de Püloui se manifiestan los cambios suscitados por la introducción del ganado en los siglos XVI y XVII, cambios que provocaron la aparición de las ideas de riqueza, prestigio y la estratificación de la sociedad. Cuando los Wayúu hablan de los animales silvestres se refirieren al ganado de Püloui; se dice que la Püloui de mar es más rica por tener la posesión absoluta de los animales marinos, que en su conjunto gozan de un carácter silvestre. En contraposición está la Püloui de tierra, que debe compartir el dominio sobre los animales con el hombre, quien tiene bajo su amparo a los domesticados. Esto además de plantear un señorío absoluto de Püloui sobre el mar, muestra que en la naturaleza de este ser mítico también recayeron los mecanismos de estratificación social.

La riqueza marina, representada en el ganado de esta pastora, es el elemento de intercambio entre naturaleza y cultura a través de los sueños. Los pescadores cazadores pueden ser castigados por tomar más de lo debido del ganado de Püloui; también pueden recibir regalos o pesca abundante de su parte a cambio de dádivas que los pescadores le llevan al mar.

El mar seguramente puede ser pensado como un espacio "no convencional", pero como se muestra arriba, es innegable la apropiación de éste por parte de la sociedad Wayuu. En esta vía es necesaria la creación de un marco que permita el reconocimiento estatal de tal dominio, para que los derechos de los pescadores Wayuu sean respetados, y su modo de vida tenga total autonomía.
_________________
1 Este es el producto de la investigación "El mar, el territorio soñado. Territorialidad marina entre los pescadores Wayúu del puerto de Maasimai en la Alta Guajira", realizado por Joaquín González Chaux en abril de 2005.
* Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia.
** Periodista Unimedios.

http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/78/09.htm

No hay comentarios.:

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Justin Bieber, Gold Price in India